¿Acaso Dios ha prometido algo que no ha cumplido? Podemos confiar en el tiempo de Dios, él no está limitado, él está obrando detrás de escenas haciendo que todo obre para bien en nuestras vidas.
Caminar por donde Jesús nos dice requiere fe; pero es la mejor vida que podemos vivir.
Es necesario aprender a estar quietos antes de ver la promesa.
La sal de la sabiduría hará que la luz de nuestras lámparas brillen aún más.
Cuando Dios prospera tu alma, tu vida prospera.
Jesús no sólo vivió el Salmo 1, sino, que está provocando que nosotros también lo vivamos.
Jesús es tu protector, tu proveedor y tu sanador; él es aquel que te salva y su deseo es darte descanso.
El desánimo viene y se apodera de nuestra vida, nos frena y el enemigo toma provecho de eso, pero Dios está obrando y llega con sus promesas a restituir.
Mantengamos los ojos abiertos y alertas en Jesús.
La fe en Dios nos da confianza para creer que lo imposible se hace posible.