Francisco pasó tres meses entrenándose para ser sicario del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según su relato. Este testimonio, único hasta la fecha, permite trazar la radiografía de uno de los grupos criminales más temidos de México. Desvelamos cómo reclutan a un ejército de sicarios, cómo les entrenan instructores profesionales, qué pruebas psicológicas y físicas deben superar, cuáles son las reglas que ha impuesto el líder, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, cómo han desafiado al gobierno de López Obrador y quiénes son sus víctimas.
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Francisco pasó tres meses entrenándose para ser sicario del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según su relato. Este testimonio, único hasta la fecha, permite trazar la radiografía de uno de los grupos criminales más temidos de México. Desvelamos cómo reclutan a un ejército de sicarios, cómo les entrenan instructores profesionales, qué pruebas psicológicas y físicas deben superar, cuáles son las reglas que ha impuesto el líder, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, cómo han desafiado al gobierno de López Obrador y quiénes son sus víctimas.
Francisco nos cuenta que llegó al CJNG por un azar del destino. Sin saberlo, acabaría en un narco campamento de la sierra de Talpa de Allende, Jalisco, junto a 18 hombres más. Su primera prueba fue elegir: quedarse o morir. Una vez dentro, no había vuelta atrás. Le dijeron que la única manera de marcharse sería “con los pies por delante”.
Para ser admitidos en el grupo, los reclutas deben superar el bautismo, un rito en el que comen la carne de uno de sus compañeros caídos. En el narco campamento de Talpa, las pruebas físicas y psicológicas se hacen cada vez más duras. Aprenden a manejar armas y a desaparecer cuerpos. Cualquier error puede ser fatal.
Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, tiene 53 años y fama de escurridizo y despiadado. El líder del CJNG diseñó las “reglas de oro” que todos sus hombres deben cumplir. Hablamos con agentes estadounidenses y mexicanos y viajamos a Talpa de Allende, el lugar del narco campamento. El grupo de sicarios tiene su fiesta de graduación como profesionales.
En un país con 73,000 desaparecidos, cientos de jóvenes han sido reclutados por los grupos criminales. Carmen prefiere pensar que su hijo Antonio está muerto, antes que imaginar que puede haberse convertido en un sicario. Los dos hijos de Ana y Omar Plancarte también desaparecieron. Descubrimos cómo logró Francisco escapar del CJNG.
Así entrevistamos a un sicario. Julio Vaqueiro conversa con Aldo Meza y Erick Durán, los periodistas de Noticias Telemundo que entrevistaron a Francisco.