Ser joven en México durante las décadas de los 60 y 70 era un deporte de alto riesgo. Fueron los años de represión a sangre y fuego contra cualquier asomo de protesta o manifestación estudiantil o juvenil y alcanzaría su brutal clímax en 1968 y 1971 … pero se prolongaría varios años más. La satanización del rock obedeció a una consigna del presidente Luis Echeverría, quien se propuso demostrar que los jóvenes no eran dignos de confianza, que conformaban una generación perdida en la depravación del rock, el sexo y las drogas. Esta penosa época se prolongó por más de 20 años y, sencilla e inexplicablemente, ha sido borrada de la Historia de México... hasta ahora... Esta es una producción original de Himalaya.