Empiezo este episodio con una especie de reflexión sobre la música. Esa arte que todos conocemos y damos por un hecho indiscutible pero que no nos adentramos a su esencia. El entender por qué este arte tiene tanto poder sobre nuestro cuerpo y espíritu. Dejando a un lado esta reflexión, mi invitada de hoy se la debo nada más y nada menos que a mi coanfitrión, Max Allende, el hijo de Maitén Montenegro. Este episodio no se hubiera logrado sin la ayuda y participación de Max. Max, te agradezco eternamente tu aprecio al trabajo que hago y el haber aceptado ser mi compañero de micrófono para tener en entrevista a la gran Maitén Montenegro. Hablar de Maitén Montenegro es hablar de las artes escénicas en todo su esplendor. Sus pasos por la canción, la revista musical, la comedia, la televisión, la producción, dirección de talento, entre otros muchos sombreros que ha llevado, es entrar a un túnel histórico y de una institución importante en la historia cultural de Chile....