Autoexigencia diaria. El amor propio se mide en hechos, es fácil decir quererse pero lo que realmente cuenta son las decisiones y los actos que te ayudan a ser mejor día tras día. Gestión de las emociones. Imagina tu cabeza como tu casa ¿darías las llaves de tu casa a cualquiera? En ese caso es mejor que no todo el mundo pueda entrar en tu cabeza con facilidad. Gestiona tus emociones o tus emociones te gestionarán a ti. Habla menos de lo necesario. Las cosas no se dicen, se hacen por que haciéndose se dicen solas. Asegúrate de que tus hechos hablen tan alto que no puedan oírte. Cuando digas que vas a hacer algo, hazlo. Si ni tú mismo te tomas enserio, será difícil que los demás también lo hagan, si dices que vas a madrugar y ni tú te haces caso estás mandando una señal de incongruencia al resto del mundo. Nunca abandones. Incluso cuando se ponga muy complicado. Muchas cosas en la vida requieren un acto de Fe, la mayoría te cuestionará, dudará de ti, tú no puede...